martes, 6 de diciembre de 2011

EE.UU.: Clinton ordena revisar programa de visas para jóvenes


El Departamento de Estado cuestiona la mano de obra barata y el fomento del mercado sexual. Perú es uno de los países que más estudiantes envía
Martes 06 de diciembre de 2011 - 12:43 am
Visas, Estados Unidos, Intercambio cultural
(Foto: Archivo El Comercio)
Jackson (AP). La secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton ordenó el lunes una “revisión amplia y minuciosa” de un programa de visas a estudiantes con el que algunas empresas han obtenido mano de obra barata y los delincuentes han traído mujeres para el mercado del sexo.
Llegan al país estudiantes de todas partes del mundo. Algunas de las naciones que más participan son Brasil, Perú, Rusia, Ucrania, Tailandia, Irlanda, Bulgaria, Moldavia y Polonia.
En la más reciente debacle de la visa J-1, que permite trabajar en Estados Unidos durante las vacaciones de mediados de año, un acta procesal federal dada a conocer la semana pasada acusa a la mafia de utilizar el programa de intercambio cultural para traer a mujeres de Europa del este con el fin de que se desnuden en clubes nocturnos de Nueva York.
El subcomité de inmigración del Comité Judicial de la Cámara de Representantes también ha estado recopilando información sobre la visa J-1, creada en 1963, para permitir que estudiantes universitarios de otros países puedan acudir a Estados Unidos durante sus vacaciones con fines laborales y de esparcimiento.
CUESTIÓN DE DINERO
A medida que el programa ha crecido, atrayendo a más de 100.000 jóvenes anualmente, se ha convertido más en una cuestión de dinero que de acercamiento cultural.
El Departamento de Estado ha realizado varios cambios desde que una investigación de The Associated Press el año pasado descubrió extensos abusos, incluidas condiciones de vivienda y trabajo que algunos participantes compararon con servidumbre obligada por contrato.
En uno de los peores casos, una mujer dijo a la AP que fue golpeada, violada y obligada a trabajar como desnudista en Detroit después de que se le prometió un trabajo como mesera en Virginia.
Más común que el abuso del comercio sexual son las viviendas ruinosas, escasas horas de trabajo y paga miserable. En agosto, decenas de trabajadores protestaron contra las condiciones de trabajo en una fábrica de dulces que empaca chocolates Hershey en Hershey, Pensilvania, quejándose de trabajo físico duro y deducciones salariales por pago de renta que frecuentemente los dejaban con poco dinero.
PLANTEAN REFORMAS
Un vocero del Departamento de Estado, quien pidió no ser identificado por nombre, dijo que Clinton pidió una “revisión amplia y minuciosa del programa”.
“Continuamos comprometidos en trabajar para fortalecer el Programa de Viajes para Trabajar en Verano con el fin de salvaguardar la salud y bienestar de los participantes”, señaló el funcionario en un correo electrónico enviado ya tarde el viernes.
“Ya hemos instituido un conjunto de reformas y estamos trabajando hacia otras adicionales que toman medidas suplementarias para proteger a los participantes y priorizar la intención cultural original del programa”, agregó.