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Difundieron las imágenes más nítidas de los restos del Titanic
El oleaje y los vientos obligaron a que los expertos de la Expedición Titanicregresen a tierra
Viernes 03 de septiembre de 2010 - 10:18 am
(AP)
Mientras aumenta la expectativa por el rescate en 3D de la mítica embarcación Titanic, la organización que hará el “reflote” difundió las imágenes más nítidas que se han tenido hasta ahora de los restos del barco naufragado.
Según informaron los representantes de Expedición Titanic, para la captura de las imágenes en movimiento y fotografías en alta resolución se utilizaron un par de robots que se sumergieron hasta cuatro kilómetros de profundidad.
La difusión de las imágenes coincidió con el 25 aniversario del hallazgo de los resto de la embarcación que naufragó en 1912.
Sin embargo, el fuerte oleaje y los vientos producto del huracán “Danielle” obligaron a los expertos de Expedición Titanic a suspender las labores de captura de imágenes y volver a la ciudad canadiense de Terranova y Labrador.
Para reflotar el transatlántico se utilizarán robots, imágenes marinas y de alta resolución óptica
Toronto (Reuters). Científicos se preparan en lo que llamaron un esfuerzo para “sacar virtualmente a flote” al Titanic utilizando técnicas tridimensionales que permitirán trazar por primera vez un mapa de todos los restos del transatlántico hundido.
Utilizando robots de vanguardia, imágenes acústicas, tecnología de sónar e imágenes de alta resolución óptica, de video y en 3D, un equipo de expertos de varias organizaciones realizarán un exhaustivo y detallado cuadro de los restos del barco y del lugar donde se hallaron en el suelo marítimo el Atlántico Norte.
“Pensamos que aproximadamente un 40 por ciento, tal vez un 50 por ciento, del lugar donde se encontraron los restos del Titanic nunca ha sido estudiado”, dijo Dave Gallo, quien co-lidera la expedición y se desempeña como director de proyectos especiales en el Instituto Oceanográfico Woods Hole.
OPERATIVO 3D
Dos equipos, cada uno integrado por 30 expertos, realizarán las investigaciones, algunas tan esotéricas como analizar si los microorganismos recogidos en el sitio son familiares lejanos de quienes se ahogaron en el accidente.
A través de un sitio en internet http://www.expeditiontitanic.com se tendrán actualizaciones de la expedición y se espera que el canal de cable History Channel emita un documental sobre ella, dijo Gallo.
Los expertos dicen que si bien reflotar el Titanic físicamente podría ser factible actualmente, los prohibitivos costos y la frágil naturaleza del barco lo hacen totalmente desaconsejable.Enlace a fuente,Web Elcomercio
Cirque du Soleil: un espectáculo que desafía las leyes de la gravedad
La prestigiosa carpa canadiense presenta en Lima “Quidam”, una idea llena de retórica visual y asombrosas demostraciones
Viernes 03 de septiembre de 2010 - 09:26 am
Por Daniel Meza Mosqueira
Ayer presencié el espectáculo del Cirque du Soleil y confieso que aún estoy, sino confundido, algo desconcertado. Mi elemental conocimiento sobre gravedad y demás leyes universales de la física han sido desbaratados en apenas un par de horas por Quidam, el último espectáculo de la carpa de Guy Laliberté, que se empieza a presentar en Lima desde hoy y por primera vez.
Luego de abastecerse con popcorn, cocacolas y hot dogs como si entraran a ver una película, el público invitado no hizo más que comprobar por qué la crítica mundial se rinde ante esta puesta en escena incomparable. Quidam, que significa “un fulano cualquiera”, es una representación sublime, magistral y perfecta, y sobre todo esto último. Sin precedentes en nuestro país. No tuvimos la dicha de contemplar shows como ‘Saltimbanco’ y ‘Alegría’ que se presentaron en otros estados latinos, pero este fue, para los amantes del show circense, como sacarse el clavo y a cambio recibir una buena recompensa.
Pero volvamos al tema inicial. “Nosotros jugamos con la gravedad, y la gravedad suele ser grave. Siempre tiene más probabilidades de ganar”, dijo en una ocasión Sean McKeown, director artístico de Quidam. Solo así se explica que el público esté con el corazón en la boca de cabo a rabo, con actos en los que la trapecista de la cuerda o el hombre de la rueda alemana parecen estrellarse en contra de la dura plataforma metálica (giratoria), pero lo solucionan suspendiéndose en el aire, como si de un juego se tratara. Los aplausos no se hacen esperar. Inician nerviosos, suaves y temerosos para luego terminar casi sacando chispas. O mejor dicho, casi ni terminan.
TOME SUS PRECAUCIONES: INICIO PUNTUAL
Son un cuarto para las nueve y la expectativa reina en la mini-carpa donde los invitados esperan el show. Una suerte de museo adornado con antifaces felinos, poleras, máscaras emplumadas y maniquíes con trajes con motivos del “Cirque du soleil” distrae a los espectadores. No se imaginan que en momentos verán a 52 personajes en escena, de quince nacionalidades distintas, dirigidos por un loco millonario que antes fue artista de la calle y que ahora se dedica a realizar viajes espaciales.
Por fin. Son las 9 y, al ingresar ordenadamente a la carpa principal, los artistas ya están interactuando con el público. Le quitan el popcorn a unos, para dárselos a otros en medio de las risas generales. No dicen una sola palabra, pero en sus caras pueden expresar una veintena de sentimientos con un gesto minuciosamente maquillado. Motivos felinos y de aves recrean algunos de estos personajes, como The Target, el acompañante de la protagonista de la historia (un sujeto místico que aparece en un sueño). Un techo lleno de nubes blancas le da un motivo celestial al recinto cerrado.
EL CUENTO
Sorprende también (con una extraña manera de caminar, unos guantes de box y cara de molesto) un tal Boum-Boum, que asusta con sus risas malévolas cuando menos se le espera. Otro de los sujetos que llaman la atención es John, una suerte de maestro de ceremonias muy excéntrico. Tiene un mechón de pelo sobre la cabeza y se asusta con cada acto que realiza, pero de una manera cómica. Hay más de estos, pero vamos al centro de la historia (aunque sea lo menos importante aquí).
Empieza el cuento con Zoé, una niña a la que sus padres no hacen caso. Papá lee la edición del día de El Comercio y mamá está concentrada en sus asuntos. En su tristeza, Zoe empieza a soñar y a encontrarse con el mundo maravilloso de Quidam, dando rienda suelta a su imaginación, guiada por un sujeto sin cabeza (que vendría a ser el Quidam).
EL BALLET DEL DIÁBOLO Y EL SHOW DEL PAYASO
Un ballet de niñas acompañadas de un ejército de percusionistas capta la atención general del auditorio. para dar pase a uno de los núumeros preferidos del público. Las pequeñas chinas y su baile con el diábolo, un trabajo en equipo con el que se logran formas exquisitas. Enteramente de blanco intercambian y lanzan al cielo los diábolos sin perderlos de vista. Un ritmo galopante acompaña el desafío.
Cuando la perfección y armonía empiezan a ser rutina, aparece “El clown” para despertar a todos del sueño mágico. Aquel payaso blanco, con cara triste y sin nariz roja hace participar al público generando muchas carcajadas. Los lleva al escenario, los remeda y funge de director de cine. Las carcajadas son incontenibles en esos momentos. Nadie puede con el buen humor de “El clown”, que le saca el jugo a la docilidad de sus dirigidos, y juega con elementos que un simpático asistente le alcanza desde un escondite en el mismo piso.
¿Y SI SE CAEN?
Durante estas dos horas, también están aquellos actos que convierten a cada uno de los presentes en un manojo de nervios. El llamado trapecio de la cuerda, por ejemplo, es manejado con aparente imprudencia por una mujer que va de aquí para allá a varios metros de altura. Los aros aéreos, “wonderful”. Contorsionistas que hacen malabares en el aire se interconectan en un intento premeditado de hacer parecer fácil lo realmente complicado.
Están también las cuerdas lisas, cuyos trepadores las dominan tanto que asustan al público amenazando caer sobre ellos, pero sujetándose bien a último momento. Todo gracias a seis rieles en el “cielo” del show, una muestra más de la tecnología e infraestructura con la que cuenta esta gran empresa conocida mundialmente.
Pero a quienes no podría dejar de mencionar son Asa y Jerome, las estatuas que unen sus cuerpos de manera casi inexplicable. Pueden estar uno encima del otro, en posiciones inexplicablemente factibles, pero jamás se caen. A veces los sostiene una mano, a veces son dos, pero nunca se caen. Y parecen no esforzarse.
Seis músicos tocan la percusión, saxofones, sintetizadores, guitarras eléctricas, guitarras clásicas e instrumentos de cuerda para acompañar el drama, lo jocoso o lo intrépido del momento con sonidos clásicos y otros tantos más contemporáneos y dinámicos.
EL PÚBLICO, FELIZ
A la salida, hay otro show. La cantidad de objetos y artículos relacionados al espectáculo. Van desde lapiceros, poleras, agendas, llaveros, máscaras y si sigo no acabo. El público se retira más que satisfecho, tras haber aplaudido a rabiar no menos de 10 minutos. Maravillado. Todas las impresiones son positivas y cuesta encontrar alguna divergente. Nunca la encontramos. Pero…¡oh sorpresa! hallo en la salida al (des)afortunado espectador que fue llevado al escenario por el jocoso payaso. Imposible no preguntarle por su experiencia: “Fue un show completo para mí. Nunca he visto algo similar. ¡Y encima participé de él!”, dice el joven emocionado. Con todo lo disfrutado, no le importó haber sido el hazmerreír de todos, al menos por esta noche.
